Hace más de 25 años comenzamos un proyecto cuyo principal ingrediente era la convicción de que desde lo pequeño se pueden hacer cosas grandes. Lo más grande que tenemos siempre es la persona: su dignidad, su derecho a desarrollar sus potencialidades, el poder tener proyectos ilusionantes con los suyos y con su entorno, reconocerles como una parte no prescindible de nuestra sociedad.
Y para llegar a lo grande comenzamos desde lo pequeño, desde lo que aparentemente no tiene valor. Eso que ya no aparenta servir para nada; “eso” lo pusimos para que sí sirviera, que sirviera a las personas. Y vaya si ha servido…
Durante todo éste tiempo mucho hemos aprendido. Mucho hemos luchado. Muchos han participado de éste desafío. Todos ellos han hecho posible que un buen número de personas pudieran recuperar la esperanza de tener una vida más viva y con un futuro de verdad. Nunca hemos regalado nada, sino que cada uno ha trabajado duro.
En nombre de nuestra junta directiva, de todos los que trabajan en Proyecto Lázaro y en el mío propio, muchas gracias por el interés en conocernos.