Desde nuestro origen teníamos claro que aquella ropa que las personas ya no querían debíamos evitar a toda costa que terminara en un vertedero. No sólo eso, sino que también nos dimos cuenta de que el textil, junto con otros artículos que iban destinados a la basura, podían convertirse en una manera de impulsar proyectos sociales cuidando del medioambiente que nos rodea.
En la actualidad, la ropa que recogemos proviene directamente:
De toda la ropa que recogemos y se clasifica manualmente en nuestra planta de preparación para la reutilización y reciclaje,generando empleo para personas en situación de vulnerabilidad social, un 35% se envía a nuestras ocho tiendas de segunda mano para su venta (28%) y para los Programa Ropero de Vales de Ropa Solidaria (4%), con un 3% desarrollamos actividades propias de supraciclaje y reciclaje, un 53% es la que conseguimos que se recupere por medio de otras entidades o gestores y sólo se desecha a la UTE un 12% del total.